Una pareja de Manatí dormirá en prisión esta noche por el horrible patrón de abuso al que presuntamente sometían a dos hermanitos de dos y cinco años en el interior de un apartamento del residencial Villa Angelina, extensión Viva Mary, en Manatí.

El juez Erick Rolón Suárez, del Tribunal de Arecibo, encontró causa para arresto contra Olvin Santos Pagán, de 24 años, y Luz Figueroa Carrión, de 22, por un par de cargos por maltrato grave bajo la Ley de Protección de Menores. Rolón Suárez fijó una fianza de $1 millón a cada uno y esta noche serían ingresados a prisión.

Según explicó la fiscal Evelyn Trinidad, Santos Pagán, quemaba con cigarrillo, le arrancaba las uñas de los pies, le mordía el pene y obligaba a comer excremento al niño de dos años. Mientras tanto, según la fiscal, la madre permitía lo que ocurría alegando que si actuaba, su pareja, que no es padre de ninguno de los niños, les haría daño.

A la niña de cinco años, Santos Pagán supuestamente le pegaba puños en la barriga y en al menos una ocasión la agarró tan fuerte por el cuello que por poco la quita la vida.

Se sospecha que el patrón de abuso se extendió por al menos un mes, aunque la pareja convive hace un año.

Según conoció este medio, el pasado sábado vecinos de la pareja en el residencial manatíeño irrumpieron en el apartamento y le dieron una paliza a Santos Pagán. Las heridas provocaron que tuviera que ser atendido en el hospital regional de Arecibo y luego en el Centro Médico de Río Piedras.

El hombre cumple una probatoria por un caso de violación a la Ley de Armas. La mujer no tiene récord delictivo. Ninguno trabaja, no tienen expediente activo en el Departamento de la Familia y, según la fiscal, no padecen de sus facultades mentales.

Tampoco se han reportado incidentes de violencia entre la pareja.

Al día siguiente de la golpiza al hombre, una llamada al sistema de emergencias 9-1-1, provocó que el Departamento de la Familia llegara al lugar y removieran a los dos menores, que ahora están bajo la custodia de la abuela paterna.

Según dijo Trinidad, Figueroa Carrión admitió ser testigo del patrón de abuso e incluso dijo que tomó la decisión extrema de solicitar una orden de protección contra su expareja y padre biológico de los menores para que no se enterara del patrón de abuso al que su actual pareja sometía a sus hijos.

A preguntas, Trinidad indicó que la niña de cinco años ha brindado detalles sobre la conducta de los dos adultos. "Ella habla por todo el mundo. Es brillante y narra los hechos. Es sumamente brillante y los dos niños son bien cariñosos".