Pocas horas antes del nuevo año fiscal en Estados Unidos, los legisladores no han logrado un compromiso sobre el financiamiento del Gobierno elevando la posibilidad de un 'cierre parcial' del mismo el próximo 1 de octubre.

El Senado, controlado por los demócratas, ha rechazado por segunda vez en los últimos días los esfuerzos de la mayoría republicana de la Cámara Baja por condicionar la autorización temporal del trabajo gubernamental a un retraso de un año de la aplicación de la reforma sanitaria conocida como 'Obamacare' y promulgada por el presidente del país en 2010.  

Con una votación de 54 a 46, el Senado rechazó la medida aprobada el domingo por la Cámara de Representantes, lo que hace casi inevitable que el Gobierno tenga que suspender algunas de sus actividades no esenciales a partir de esta medianoche por falta de fondos. 

Si los republicanos y los demócratas en el Congreso no llegan a un acuerdo, el primer 'cierre federal' en más de 17 años obligaría a mandar a casa a casi 800.000 funcionarios durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca. 

La última suspensión de actividades del Gobierno ocurrió en diciembre y enero de 1995-1996 y se prolongó por un total de 28 días.