La Policía californiana mató a tiros a un muchacho de 13 años tras pensar que el menor portaba un arma que en realidad resultó un fusil de juguete. La tragedia ocurrió este martes por la tarde en la localidad de Santa Cruz, en el condado californiano de Sonoma. Dos agentes del sheriff vieron a un adolescente, que luego fue identificado como Andy Lopez, caminando con un objeto que parecía un arma. Según las autoridades policiales, se le pidió al niño en repetidas ocasiones que dejara el arma, pero Lopez se negó a obedecer. Como resultado, los agentes decidieron actuar e hicieron varios disparos.

De acuerdo con el teniente Dennis O'Leary, tras los disparos el adolescente cayó sobre el arma por lo que le ordenaron que se alejara y cuando no cumplió con la orden le esposaron. Fue entonces cuando los policías se dieron cuenta de que el niño no se movía. El menor fue atendido en el escenario del crimen pero solo se pudo confirmar su muerte. Según O'Leary, el arma encontrada en el lugar era de plástico. También se encontró una pistola de plástico en la cintura de Lopez. De momento no está claro si esta arma de juguete era capaz de disparar balines u otros proyectiles. Rodrigo Lopez, el padre de la víctima, dijo en un comunicado que la pistola de juguete pertenecía a un amigo de su hijo.